Tanto si viajamos por trabajo, como si lo hacemos por placer, el hotel será nuestra casa durante el tiempo que estemos en ese destino. Un lugar dónde recuperarnos, descansar, trabajar, y también disfrutar.
En un blog de viajes, seguramente cuesta entender que se hable de hoteles a los que se puede ir también por trabajo. Lo cierto es que como expliqué en alguna otra entrada, os hablaré de mi experiencia, y siempre he procurado utilizar los mismos hoteles en una u otra situación. De entrada, siempre me ha costado entender el concepto de «suplemento individual», cuando yo estaba acostumbrado a pagar «suplemento por otra persona», las veces que viajaba acompañado. Siempre he relacionado ese concepto con un establecimiento que pretenden llenar de huéspedes, a poder ser de dos en dos y todas las habitaciones posibles, lo cual me parece muy lícito como modelo de negocio, pero dista mucho de lo que yo busco en un viaje de vacaciones.
Todos conocemos la clasificación de los hoteles por categoría. Las famosas «*****» que van desde una hasta cinco según se clumplan o no unos estándares no armonizados internacionalmente. En realidad, todos sabemos que a algunos hoteles se les ha caido una o varias estrellas y no pasa nada. Esto ocurre dentro de un mismo país, y no digamos cuando comparamos entre distintos paises o continentes, por ejemplo en Europa, existen casi tantos sistemas de clasificación como paises. Existe una categoria autootorgada, ya que no está reconocida oficialmente, por aquellos hoteles que creen superar ampliamente los requisitos de los 5*, y se adjudican 7*. No son muchos y sus precios los hacen poco asequibles para la mayoría de los mortales.
Al margen de esa poco fiable clasificación de estrellas, y precisamente por ello, aparecen los «sellos de calidad», otorgados por organismos públicos o privados que pretenden diferenciar elementos relacionados con el medio ambiente, la calidad, etc, con escasa trascendencia. Y enseñas en el segmento de los hoteles de lujo, que si han conseguido una verdadera armonización, y un posicionamiento más global en el mercado. Os pongo algunos ejemplos, que seguro conocereis:





Todos los hoteles de las enseñas mencionadas, cuentan con hoteles de lujo en destinos privilegiados. Algunos son de propiedad única, y otros, son partícipes en lo que tiene que ver con el sistema de reservas, y los privilegios asociados a los clientes habituales.
No obstante, a la hora de viajar, es dificil tener un estatus sufiente en estas lujosas cadenas, aunque son una opción excelente si nos lo podemos permitir. Seguramente nos interesa más utilizar otro tipo de cadenas hoteleras más asequibles, o que cuentan en su portfolio con distintas categorias de alojamiento.
Si clasificar compañías aereas es dificil, con los hoteles es mucho más complicado, ya que existen multitud de criterios a la hora de buscar un hotel. Voy a intentar seguir el criterio de mostraros grandes grupos hoteleros, con presencia a nivel mundial, distintas categorías, uso indistinto para negocios o placer y que mantengan tus preferencias o ventajas de cliente en todos ellos.
Por tanto, vamos a empezar con tres nuevos post, para que conozcais las opciones que ofrecen las tres cadenas hoteleras más grandes del mundo, y que son por este orden: Marriott International, Hilton Worldwide, e Intercontinental Hotels Group.]]>